Zelaya contra la Ciudad de Los Ángeles – El 8 de abril de 2019, Jacobo Juárez Cedillo tuvo un encuentro con dos agentes del LAPD mientras estaba sentado en la entrada de una gasolinera en Van Nuys. Los agentes del LAPD, Dustin Richmond y Joseph Hunt, llegaron a la escena y lo esposaron, aunque no había cometido ningún delito. Previamente, lo habían visto gritando y agitando los brazos, mostrando signos de enfermedad mental o de estar bajo la influencia de drogas. Los dos agentes inicialmente se pusieron en contacto con Cedillo, quien fue cooperativo e intentó responder a las preguntas de los agentes. Mientras los agentes del LAPD lo revisaban en busca de armas, afirman que Cedillo supuestamente comenzó a resistirse y lo forzaron al suelo. Los dos agentes aplicaron todo su peso sobre Cedillo, quien estaba en posición prona. Cedillo fue esposado y se le puso un grillete en los tobillos. Los agentes pusieron a Cedillo de lado, pero nuevamente lo colocaron en una posición prona cuando llegaron los bomberos.

Lo que siguió fue capturado en video y mostró que los dos agentes pusieron todo su peso sobre Jacobo durante más de 4 minutos y medio. Luego, después de que quedara inconsciente, milagrosamente recuperó el conocimiento solo para ser inmediatamente colocado boca abajo nuevamente con los mismos dos agentes poniendo todo su peso sobre su espalda hasta que finalmente murió.

El experto médico del demandante testificó en el juicio que presionar el torso de una persona en posición prona aumenta en gran medida el trabajo de la respiración. Los riesgos de asfixia en esta circunstancia deberían haber sido obvios para los agentes del LAPD. Cedillo hizo esfuerzos para posicionar su cuerpo para poder respirar mientras estaba restringido con las manos esposadas detrás de la espalda y dos grilletes en las piernas. Desafortunadamente, quedó inconsciente por última vez y finalmente murió de encefalopatía anóxica.

Un jurado federal llegó a un veredicto unánime de $13.5 millones el 13 de octubre de 2023 después de determinar que los agentes usaron fuerza excesiva e irrazonable contra Cedillo.